Las más de las veces, la casa del
arquitecto, diseñada por el mismo, tiende a ser una "tesis"
académica, un manifiesto idealista en el sentido de "esto es lo que quise
haber hecho siempre".
En este caso se trata de la casa de fin de semana de Rogelio Salmona construida en 1997, en las afueras de Bogotá.
Y en tal sentido el arquitecto no pretendió hacer nada diferente de lo que venía proponiendo para sus clientes particulares en el caso del tema vivienda.
En la casa Riofrío, lo permanente tiene que ver con la tradición de los patios de las viejas haciendas coloniales, el agua de la acequía en diagonal, que relaciona a estos espacios y que refleja el cielo, etc.
La respuesta contingente a la necesidad de un problema, -una casa de fin de semana de bajo presupuesto- no es excusa para que el arquitecto olvide lo otro...
En este caso se trata de la casa de fin de semana de Rogelio Salmona construida en 1997, en las afueras de Bogotá.
Y en tal sentido el arquitecto no pretendió hacer nada diferente de lo que venía proponiendo para sus clientes particulares en el caso del tema vivienda.
En la casa Riofrío, lo permanente tiene que ver con la tradición de los patios de las viejas haciendas coloniales, el agua de la acequía en diagonal, que relaciona a estos espacios y que refleja el cielo, etc.
La respuesta contingente a la necesidad de un problema, -una casa de fin de semana de bajo presupuesto- no es excusa para que el arquitecto olvide lo otro...
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